Festividad que se celebra en la aldesa del Rocío, en Huelva, España; la noche del domingo al lunes de Pentecostes.
Todos los años una enorme muchedumbre llega desde numerosos puntos de la geografía española y del extranjero a la pequeña aldea del Rocío, situada dentro de las marismas del río Guadalquivir entre el pueblo de Almonte y el coto de Doñana. Los más devotos afirman que la Virgen "bajó de los cielos una mañana" y que un pastor se encontró con una imagen en el hueco de una encina centenaria. Allí se levantó una pequeña ermita,conociéndose el lugara con el nombre de la Virgen de las rocinas.
Los roneros penitentes que van a dar las gracias o solicitar algún don a la Virgen del Rocío, que ellos llaman "la blanca paloma, la reina de las marismas", van llegando a la aldea durante toda la semana. En carrretas tiradas por bueyes, a caballo, en coche, autobús, tractor o caminando, marchan letanmente por caminos de tierra hasta llegar a la ezplanada del Rocío. Aquí se encuentra la nueva ermita de la Virgen, santuerio ante el cual se llava a cabo el rito de "la entrada" el sábado a media tarde. todas las hermandades rocieras (se calcula casi un centenar sólo en España) desfilan con sus carretas cubiertas de flores, con los caballos enjaezados, con las mujeres luciendo sus mejores trajes, entre coplas, palmas, cohetes y vivas a la Virgen. A un lado un sin fin de anónimos y humildes peregrinos de todas las edades entran caminando con gran emoción, empujados por la devoción, el fervor y la fe que profesan a la "patrona de Andalucía".
Antes del amanecer del lunes de Pentecostés, punto culminante de la peregrinación la multitud se congrega en torno a la ermita e intenta penetrar para hacerse con la imagen de madera de la Virgen. Una vez en el interior, y subidos a las rejas del presbiterio(el altar mayor) que la rodea, la muchedumbre increpa al sacerdote y le ezige que entregue a la Virgen. Alguien abre la cancela de la reja y e trono de la Virgen del Rocío comienza a "navegar" en lo alto de la multitud, que entre aplausos, vítores, golpes y lágrimas desea llevar el peso de la imagen sobre sus hombros. Ya de día, la "blanca paloma" recorrerá durante ocho horas las distintas hermandades rocieras, envueltas en gritos de exaltada y profunda devoción.
El trono de la Virgen del Rocío "navega" en lo alto de la multitud de rocieros, enloquecidos por alcanzar a la "blanca paloma", la patrona de Andalucía, e intentar llevarla sobre sus hombros.