La existencia de estos planes, cuyo objetivo parece que es integrar
a las mujeres, nos parece deprimente por una serie de razones. Una de
las primeras es que lo único que hacen es ridiculizar nuestra imagen,
es decir, la de las mujeres.
Otra de ellas y la más importante es que haga falta de cosas como
estas para integrar a alguien en una sociedad en la que, a lo largo de
toda la historia, se supone que ha formado parte de ella. Teniendo en
cuenta que la misoginia ha estado a la orden del día hasta hace unos
días y todavía no ha desaparecido, no es de extrañar. Tampoco sería de
extrañar la ubicación de carteles en diversos lugares en los que se
pudiese leer "Mujeres no", tal y como hacen con los perros o cualquier
otro animal que tambien haya formado parte de nuestra sociedad.
¡Encima tendremos que estarles agradecidas!