EXPERIENCIAS PERSONALES

En esta página podremos hablar a cerca de nuestras incómodas experiencias relacionadas con los gallumbos, ya sean largos, cortos o tangas.

¡¡Hola!! ¿Cuántas veces habéis estado corriendo y habéis sentido una extraña sensación provocada por la descolocación del...? ¿O cuántas veces habéis sentido que de repente el ... se ha salido como si tal cosa por la bragueta de los gallumbos?

Según testigos presenciales de estos sucesos tan incómodos, mientras un grupo de amigos estaba jugando al fútbol en gallumbos (el calor apretaba), que en un lance del juego, a uno de los delanteros de un equipo, al intentar regatear al último defensa se le salió el manubrio del gallumbo dejando anonadado al defensa habilitando al delantero a su escapada y posterior tiro a puerta, con el que nada pudo hacer el guardameta. Y ahora, el mundo del fútbol se hace las siguientes preguntas:

No tenemos las respuestas de este desafortunado incidente, pero el caso está siendo estudiado por nuestros célebres pensadores del Congreso. Lo cierto es que aquel día, el aquipo de nuestro dudoso delantero ganó por goleada (con un ariete así no me extraña).

Otra incómoda sensación es la que se siente al usar gallumbos largos a la hora de realizar algún ejercicio físico, puesto que suelen meterse por donde la espalda pierde su nombre. Por si fuera poco, al intentar sacarlos normalmente somos el centro de atención debido a nuestros extraños aspavientos (no nos comprenden).

Nuestros expertos están a punto de explicar el porque de esta situación y esperamos su respuesta para la próxima semana.

Ya que estamos hablando de gallumbos largos, una prenda similar son los bañadores tipo bermudas. Ahora que se acerca el verano, nos vemos obligados a advertir a los usuarios de dicha prenda que puede provocar situaciones vergonzosas. Estos sucesos son ocasionados al salir de la piscina, puesto que el bañador queda adherido a nuestro cuerpo como si fuera una segunda piel resealtando nuestros encantos. Esta situación puede provocar:

Desgraciadamente, en un estudio realizado el último verano en nuestro laboratorio, hemos descubierto que el 100% de los casos, suelen ser risas y burlas diversas. Por eso, desde nuestro punto de vista, lo mejor que se puede hacer para evitarlo es conseguir con un fuerte impulso sentarnos en el borde de la piscina y una vez en esta posición de una manera disimulada despegarnos el bañador.

El lema de nuestra organización es: "Más vale prevenir que lamentar".

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