Artículo escrito el L.25.5.2015
Mi primer ordenador personal fue un Sinclair QL. A lo largo de casi diez años este ordenador y su sistema de expansiones constituyó mi única plataforma informática, que solo dejé de usar cuando se hizo patente que se había quedado definitivamente atrás; sobre todo cuando apareció Internet en España.
Durante unos cuantos años compaginé el uso de este sistema con otro sistema operativo en mis dos ordenadores de sobremesa. Virtualmente, no solté la mano izquierda del Sinclair QL hasta no me agarré con la derecha a los sistemas libres GNU/Linux.
Por tanto, podría decir que solo he disfrutado en vida, hasta el momento, de dos sistemas informáticos: el QL y Linux. Me alegró mucho saber que Linus Torvalds, el creador de Linux, también comenzó en la informática con un Sinclair QL. (Aunque, desde luego, él le ha sacado mucho más partido que yo).
He bajado del armario principal todos los aparatos, manuales y libros que tengo relativos al Sinclair QL para poder fotografiarlos y decirles adiós. No puedo tener más tiempo estos aparatos, así que he decidido desprenderme de ellos. Me han dado muchas satisfacciones, me gustan mucho, pero en mi vida debo mirar hacia delante (o comprarme una casa con trastero, pero eso es más caro).
Iré mostrando los aparatos que tengo principalmente en un orden histórico, porque creo que así se entenderán mejor.
El Sinclair QL fue un gran ordenador, muy bien pensado, potente, ampliable y muy barato en comparación con todo lo que ofrecía. Pero tuvo comienzos difíciles debido a algunos errores de gestión y no llegó a cuajar en el gran público como muchos pensamos que merecía. Eso justifica que su comunidad de usuarios entusiastas, entre los que me cuento, alargara su vida mucho más allá de lo que habían pensado sus creadores.
Mi primer Sinclair QL me costó 33000 pesetas (al cambio, 200 euros), pero de verano de 1985, lo que se llevó por delante mi primera paga extraordinaria. En la caja, que no conservo, se incluye el ordenador, un enorme manual, la fuente de alimentación y cuatro microdrives con los cuatro programas que constituían una suite ofimática completa. Nada más; y nada menos.
Veamos el ordenador:
Las personas más jóvenes dirán al verlo que solo es el teclado. También me lo dijo mucha gente cuando lo veía en mi casa. Es lógica la confusión. Lo que vemos es el teclado, que ocupa las tres cuartas partes de la izquierda, y la zona con los dos lectores de microdrives, a la derecha. Pero lo que no vemos está dentro: la placa base con el microprocesador (Motorola 68008 a 7.5 MHz), la memoria RAM (128 kB) y las conexiones de expansión. Ordenadores como este tengo tres, todos con el teclado en castellano.
Siempre me gusta ver la parte trasera de los aparatos, y el Sinclair QL es sumamente interesante:
Voy a describir de izquierda a derecha los conectores que tiene: los dos rotulados NET son jacks estándar de 3.5 mm, con solo dos conexiones, que permiten unir el QL con otro QL y formar una red con un protocolo propio pero muy accesible a los programas; el POWER, evidentemente, es para enchufarlo a la fuente de alimentación externa; el RGB emite vídeo compuesto y sirve para enchufar el ordenador a un monitor; el UHF es una salida de radiofrecuencia, exactamente igual que las de las antenas de televisión analógica, y permite conectar el ordenador a una televisión cualquiera de la época, analógica; las salidas SER1 y SER2 son puertos serie de hasta 9600 baudios; los conectores CTL1 y CTL2 permiten conectar un joystick en cada uno; y por último, el rotulado ROM está pensado para enchufar cartuchos con memoria ROM que extienden la capacidad del sistema operativo; está tapado con una tapita, hay que quitarla para conectar el cartucho.
El método para inclinar un poco el ordenador hacia el usuario era, por decirlo con delicadeza, barato: tres patitas que se insertaban por la parte de atrás, y se caían con facilidad. Tengo siete:
La fuente de alimentación no es excesivamente grande y recuerdo que no se calentaba mucho. Tengo dos:
El manual es magnífico. Recuerdo que lo leí completamente, dedicándole mucho tiempo e incluso programando mis propias rutinas pequeñas para entender mejor los conceptos:
En el índice se puede ver que en aquella época los manuales eran mucho más completos que ahora. Incluso la suite ofimática estaba bien explicada:
Dispongo de tres manuales.
Sinclair utilizó como medio de almacenamiento para el modelo QL el mismo método que para el modelo Spectrum: los llamados microdrives. El ordenador traía de serie integrado en la carcasa dos lectores de microdrives. Normalmente se usaba uno de ellos para mantener los programas y el otro para los datos.
Era normal comprar los microdrives de cuatro en cuatro, con una cajita protectora. Aquí la vemos cerrada junto a cuatro microdrives:
Y ahora la misma caja abierta:
Un primer plano de un microdrive:
Con lo que venía en la caja no se podía empezar a trabajar. Hacía falta poner algo más, que corría de cuenta del comprador: algún aparato para ver la salida gráfica del ordenador. Era costumbre de entonces que los ordenadores caseros baratos se enchufaran a la televisión, y así es como empecé a usar ese primer QL, con una televisión de 14 pulgadas que había comprado para el mundial de fútbol de España de 1982 (el de Naranjito), que tenía dos entradas por radiofrecuencia (¡y ninguna más!).
Al encender el ordenador conectado a una televisión o un monitor lo primero que aparece es un mensaje:
Realmente, pulsar F1 o F2 no tiene más consecuencia que determinar de distinta manera el tamaño y posición de las tres ventanas básicas que se abren por defecto en el sistema.
Tras muchos años usando la televisión, conseguí un monitor en color, que conservo:
Decir que era en color no es una redundancia: los monitores en color eran mucho más caros que los monitores en verde, de los que también tuve uno del que me tuve que desprender.
Uniendo lo que he explicado hasta aquí, ya podemos montar un ordenador completo, como muestro:
Los microdrives tienen una capacidad aproximada de 100 kB. Es aproximada porque consisten en una cinta magnética muy estrecha y de longitud variable, al fabricarlos no conseguían hacerlos todos iguales. Usé muchos: los programas comerciales venían en este formato y también tenía que guardar mis propios datos. Mi primera experiencia de falta de copia de seguridad ocurrió precisamente cuando se estropeó el microdrive que contenía la base de datos de mis discos de música. A partir de esa catástrofe fui más consciente de la necesidad de tener copias de seguridad de los datos (aunque no lo suficiente, porque volví a pasar por catástrofes de ese estilo).
No tardé en darme cuenta de la necesidad de disponer de una alternativa a los microdrives. La solución obvia en aquel momento eran los disquetes. Los más apropiados para usar con el QL eran los de 3.5 pulgadas (más pequeños pero con más capacidad que los de 5.25 pulgadas) y de doble densidad. Tenían una capacidad de 720 kB cada uno (unos siete microdrives), mucha mejor velocidad de entrada y salida y, lo mejor, eran mucho más fiables.
Para poder usar esos disquetes no solo era necesario comprar las unidades (una o dos), sino también el interfaz físico, que se enchufa a la expansión que proporciona el QL por su izquierda (que tiene una parte vacía para acomodar la nueva unidad). Este es el interfaz:
En la foto está al revés de como lo veríamos funcionando, quería que se viera la pegatina. La conexión que vemos a la izquierda se enchufa al ordenador y entonces la parte negra queda como una extensión natural del QL.
Compré dos disqueteras para poder usar una con los programas y otra con mis datos; se trabajaba bien, pero había que estar metiendo y sacando disquetes para cambiar de tarea. Estas son las dos disqueteras, vistas desde abajo para poder leer las pegatinas:
Aquí vemos el aspecto del interfaz y las disqueteras, junto con la fuente de alimentación independiente que necesitan:
Con el equipo básico que he fotografiado más arriba trabajé bastante tiempo. Compré programas y microdrives, programé mucho y estudié y utilicé la suite ofimática. Todo era nuevo para mí y compré algunas cosas que no sabía muy bien qué eran.
Compré un cartucho para programar en C, del que nunca saqué nada en claro porque entonces todo lo programaba en SuperBASIC. De hecho, en aquel momento no me enteré de nada sobre C; curiosamente, luego se convirtió en mi lenguaje de programación favorito.
También compré este otro cartucho ROM, que ni siquiera sé qué contiene:
Aunque no soy especialmente aficionado a los juegos, de vez en cuando los usaba e incluso alguno me llegó a enganchar. Para poder jugar sin tener que usar el teclado, que siempre sufre en las partidas, compré dos joysticks como este que muestro:
Y uno con un diseño diferente:
Para poder conectar los joystick hay que usar cables como este, del que tengo cuatro:
No me pareció que tenía poca memoria RAM hasta que me puse a escribir un programa que podría definir como un minieditor de textos específico. Quería disponer de cuatro páginas, cada una de ellas con 23 filas y 36 columnas y con la memoria disponible y programándolo en SuperBASIC, los 128 kB se me quedaban cortos. Comencé a escribir el programa usando páginas de menor tamaño e hice mi primer pedido a la empresa Miracle Systems, el primero de una larga y fructífera relación.
La ExpandeRAM es una ampliación que se conecta en la ranura interna del QL, en el mismo sitio que hemos visto que se enchufa el interfaz de disquetes. Da al sistema 512 kB de RAM que hay que sumar a las 128 kB originales, dando un total de 640 kB.
La tarjeta viene con una tapa negra para cubrirla:
Vemos un primer plano de la ExpandeRAM:
Los 16 chips iguales que hay a la izquierda son los de memoria RAM. La tarjeta se conecta por la derecha al QL y ofrece por la izquierda otro conector para poner en él otra expansión diferente.
Así, me fue posible conectar primero la ExpandeRAM y a continuación el controlador de disquetes:
Con la intención de colocar una expansión sobre la otra compré un conector que nunca llegué a usar:
Pronto me di cuenta de que para aprovechar el ordenador en mi trabajo iba a necesitar una impresora. La primera que compré se conectaba por el puerto serie usando este cable:
La segunda impresora se conectaba por el puerto paralelo y para ello usaba un cable que adaptaba la salida serie del QL en una en paralelo, fabricado por Miracle Systems:
El sistema formado por la ExpandeRAM y los dos disquetes de doble densidad era satisfactorio, trabajaba bien. Aunque era físicamente un poquito incómodo, porque era muy largo. Yo seguía continuamente los desarrollos nuevos que iban apareciendo para el QL y me decidí por una expansión de Miracle System llamada Trump Card que ofrecía el controlador de disquetes y la ampliación de memoria en una sola tarjeta. No me fue bien con ella, por problemas de cuelgues debidos a la alimentación eléctrica, pero pude usarla como parte del pago de la siguiente tarjeta, la Gold Card.
Este es el paquete que recibí de Miracle Systems:
Y esta es la posición en la que hay que poner la tarjeta para insertarla en el ordenador, junto con el buen manual:
Esta tarjeta es una auténtica maravilla. Para empezar, consigue sustituir el microprocesador original de QL, el Motorola 68008, por un Motorola 68000, que era mucho mejor, sin necesidad de retirar nada dentro del ordenador. Para continuar, tiene 2 MB de RAM, reloj de tiempo real con batería y controlador de disquetes que maneja tres disquetes de hasta densidad extra.
Así queda vista por fuera una vez insertada en su sitio:
Y visto en perspectiva, junto con la cubierta de tela que usaba para tapar el ordenador cuando no lo usaba:
Con la compra de la Gold Card se abría la posibilidad de mejorar las disqueteras comprando el modelo más reciente, que permitía usar disquetes de la llamada densidad extra. Un disquete de doble densidad tiene 1 MB antes de darle formato; uno de alta densidad tiene 2 MB y uno de densidad extra tiene 4 MB. La Gold Card da formato a estos disquetes dejando 3.2 MB aprovechables para datos. Otros sistemas dejaban 2.88 MB
En aquellos momentos 3.2 MB era una cantidad tan grande que yo llamaba a estos disquetes "mini discos duros".
Encargué a Miracle Systems su sistema de dos disqueteras unidas en una sola caja que incluye también la fuente de alimentación. Este es el aspecto que tienen, junto con una caja con algunos disquetes de densidad extra que he conservado:
Un detalle de la parte delantera y los cables:
Así queda el equipo completo con el monitor, el ordenador con la tarjeta Gold Card y las disqueteras:
Con este equipo trabajé mucho tiempo, con mucha efectividad y sin ningún problema. Me iba tan bien que nunca pensé en la posibilidad de actualizarlo usando una tarjeta Super Gold Card. El monitor estaba encima de una repisa, junto con las disqueteras, y el ordenador lo guardaba debajo de la repisa, prácticamente igual que la posición en que trabajo ahora, ya que conservo la repisa y la sigo usando.
El curso académico 1991-1992 realicé unos estudios sobre sistemas expertos en los que se usaban equipos que no tenían disqueteras de 3.5 pulgadas, solo de 5.25 pulgadas. Me pareció conveniente disponer yo también de una disquetera de ese tamaño para poder trabajar en casa y en el curso con los mismos archivos (entonces no había ni memorias USB ni conexiones por internet).
Otra vez la empresa Miracle Systems tenía los producatos necesarios. Les pedí una disquetera de 5.25 pulgadas para disquetes de doble densidad:
Como se puede apreciar, es enorme; incorpora la fuente de alimentación. Pero me vino muy bien. Un detalle:
Para poder conectarla a la tarjeta Gold Card simultáneamente a las dos disqueteras anteriores es necesario usar este expansor de buses:
Además de muchísimas revistas, compré algunos libros:
Lo que me resultó más difícil, con mucha diferencia, es aprender ensamblador. Solo avancé lo justito para poder escribir mi propia extensión de SuperBASIC; y aún así, copié mucho código de las revistas. Pero conseguí entender todo lo que escribí. Le puse mucho empeño; estos son los libros específicos de ensamblador que tenía:
En 1993 compré mi primer ordenador de sobremesa que no era Sinclair QL y guardé el QL en un armario, pero antes de comprarlo me aseguré con el fabricante de que iba a poder utilizar la tarjeta QXL. Primero pedí la tarjeta y luego, con ella en la mochila, me fui hasta las dependencias del fabricante para probarla. Cuando vi que funcionaba, compré el ordenador.
Este es el paquete que recibí de Miracle Systems:
La tarjeta QXL utiliza una ranura ISA para conectarse a un PC, incorpora un procesador Motorola 68EC040 y 2 MB de RAM (las había con más memoria, pero yo no la necesitaba). Podía usar un archivo del disco duro como disco duro propio. Tenía en la parte externa dos conectores para red QL.
También he tomado una foto de la parte trasera:
Actualización del D.31.5.2015: menos de una semana después de escribir este artículo, vendí el lote completo a través del foro de compra-venta-cambio de speccy.org